En 1985, mientras Vassula vivía en Bangladesh, Dios se acercó a ella de una manera extraordinaria para utilizarla como Su instrumento y encargarle Sus Mensajes para toda la humanidad. En realidad son un recordatorio de Su Palabra. En estos Mensajes para nuestros tiempos, Dios nos está llamando al arrepentimiento, la reconciliación, la paz y la unidad.